miércoles, 30 de abril de 2014

Significado de Sefirot

El tzimtzúm en sus diversos niveles produce una serie de numerosas etapas intermediarias entre la Luz infinita del Ein Sof y el universo finito, posibilitando la creación del mundo finito y pluralista. Estas etapas intermediarias se dividen generalmente en cinco clases o grados, de los que se habla como los Cinco Mundos o Planos. Las radiaciones variantes de la Luz Divina en estos Mundos, volviéndose cada vez más intensamente reducidas y oscurecidas de un nivel al próximo, se denominan Sefirot.


Hay cuatro aspectos principales: (1) Ein Sof (2) Or Ein Sof — la automanifestación de Di-s; (3) el mundo finito; y (4) los niveles intermediarios en el consecutivo desarrollo del proceso creativo producido por medio detzimtzúm. Del Ein Sof, como se mencionó antes, nada puede postularse, excepto que El es Ein Sof. Los Nombres o atributos sólo se aplican a las manifestaciones, a aquellos aspectos de la Divinidad que se revelan a la creación y en ella. Estos atributos o manifestaciones Divinas son radiaciones reducidas de la Luz del Ein Sof y se denominan sefirot. Las sefirot hacen de puente, para decirlo de alguna manera, entre el Ein Sof y el mundo final. O sea, a fin de que cobren existencia creaciones finitas, la Luz del Ein Sof se invistió en las sefirot. Sólo mediante su investidura previa en las sefirot en todas las etapas intermediarias producidas por el tzimtzúm se pudo investir en un mundo finito y físico.

Las sefirot, por lo tanto, son emanaciones Divinas, fases diversas en la manifestación de la Divinidad. Mientras hablamos de ellas en términos de numerosas gradaciones, debe tenerse sumo cuidado de esquivar cualquier equivocación fatal de dualismo o pluralidad en Di-s. No hay sugerencia alguna de que las sefirot han de tomarse como entidades distintas y separadas delEin Sof. Por el contrario, hay una unidad intrínseca y básica entre el Ein Sof y las sefirot. Esta ya ha sido acentuada por Sefer Ietzirá: “Las diez sefirot son sin nada (bli ma). Su final está enclavado en su principio, su principio enclavado en su final, como una llama ligada al carbón. Pues Di-s es Uno. ¡No hay segundo a El, ni anterior al Uno que puedas contar!”

Esta idea es reafirmada en el Zohar con un énfasis aún mayor: “El Santo, bendito sea, emite diez coronas, santas coronas supremas. Con éstas El Se corona y en éstas El Se inviste. El es ellas y ellas son El, tal como la llama está unida al carbón, y no hay división allí”. Toda diferenciación no es sino desde nuestra perspectiva y en relación con nuestro conocimiento, mientras que en lo Alto todo es Uno; todo está dispuesto en un balance, invariable y eterno, como está escrito: “Yo, Di-s, no he cambiado” (Malaji 3:6).

La declaración de Maimónides de que en Di-s, Su Esencia, Su Ser y Su Conocimiento son absolutamente uno, una unidad simple y no un compuesto, se aplica por igual a todos los atributos Divinos y a todos los sagrados Nombres atribuidos a El; “Todos constituyen una unidad absolutamente perfecta, que es Su mismísima Esencia y Ser. Y como Maimónides declaró: ‘Esto está más allá de la capacidad de la boca para expresarlo, más allá de la capacidad del oído para escucharlo y del corazón del hombre para conocerlo cabalmente’”. Está más allá de la captación — captar cómo El une con ellos; es por eso que los atributos del Santo, bendito sea, que son las sefirot, son llamados por el Zohar “el Misterio de la Fe” — que es la fe que trasciende el intelecto. La Torá usa la fraseología humana sólo para permitir al oído escuchar aquello que puede comprender, y por lo tanto se otorgó a los místicos permiso para hablar alegóricamente de sefirot. Es, a modo de ilustración, como la unidad de la luz del sol con el globo solar — siendo el globo solar la luminaria, mientras que la radiación y rayo que irradia y brilla de él se llama luz. Cuando la luz está en su fuente, en el sol, está unida a él en unidad absoluta, pues sólo hay una única entidad: el cuerpo de la luminaria que emite luz. Todos los atributos del Santo, bendito sea, Su Voluntad, y Su Sabiduría, se designan con estos nombres sólo en relación con las criaturas.

Este concepto de sefirot o atributos explica también la razón misma de la creación. Pues incluso mientras las sefirot o atributos están en absoluta unidad con Di-s, tienen una aplicación real sólo en relación con la creación. Así, para concretar, como si fuera, estas potencias Divinas, facultades o atributos (o sea, sabiduría, bondad, compasión, soberanía, etc.) Di-s creó el universo en el cual manifestarlas (tener súbditos sobre los cuales expresar o manifestar Su bondad y compasión, sobre los cuales manifestar Su majestad, y así sucesivamente).
En espíritu similar, la creación también es un medio por el cual Di-s puede manifestar Su poder o potencia en entidades finitas nada menos que en el infinito, conservando de ese modo el principio de absoluta omnipotencia.
Esto no significa que la creación implique un cambio en Di-s, que la creación preste a Di-s una perfección que no poseía previamente. Pues todos los atributos son eternamente de la misma Esencia y Ser de Di-s, absolutamente uno con El; es sólo que se manifiestan por medio de la creación. Pues el Ein Sof, como se dijera antes, es “la perfección absoluta sin deficiencia alguna” y “‘Tú eras antes de que el mundo fuera creado, Tú eres desde que el mundo fue creado’ — exactamente el mismo sin cambio, como está escrito: ‘Pues, Yo, Di-s, no he cambiado’”.


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 Jazan Isaac.


Fuente: Extraido del Tania Completo.Conceptos Místicos en el Jasidismo por el Rabino Jacob Immanuel Schochet http://www.tora.org.ar/
Rabino Jacob Immanuel Schochet

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